domingo, 30 de mayo de 2010

La Inmortalidad cuántica

Aprovechando que es fin de semana y tengo más tiempo, os pondré algo a lo que le he estado dando vueltas toda esta semana. Partiendo de la paradoja del gato de Schrödinger para exponer uno de los aspectos más extraños de la mecánica cuántica, Hans Moravec (1987) y Bruno Marchal (1988) propusieron la idea del suicidio cuántico, y posteriormente Max Tegmark en 1998 desarrolló la idea con un experimento imaginario independiente. El experimento trata de distinguir entre la interpretación de Copenhague y la teoría de los universos múltiples de Hugh Everett a través de una variación del experimento del gato de Schrödinger, consistente en mirar este último desde el punto de vista del gato.

El experimento supone un hombre sentado con un arma que apunta hacia su cabeza. El arma es manipulada por una máquina que mide la rotación de una partícula subatómica. Cada vez que el hombre apriete el gatillo el arma se disparará dependiendo del sentido de la rotación de la partícula: Si gira en sentido horario el arma dispara, en sentido contrario no lo hace.

Según la interpretación de Copenhague, con cada ejecución del experimento existe un 50 % de posibilidad de que el arma sea disparada y el hombre muera: finalmente el experimentador morirá. La teoría de los universos múltiples, por su parte, plantea que cada ejecución del experimento divide el universo en dos: uno en que el hombre vive y otro mundo en que muere. Después de muchas series de la prueba, habrá muchos universos. En todos ellos menos en uno el hombre dejará de existir, pero siempre habrá un universo donde siga existiendo. Desde el punto de vista del hombre, por mucho que apriete el gatillo del arma nunca se disparará, toda vez que su conciencia seguirá existiendo en muchos de los universos. Esto último es lo que se denomina inmortalidad cuántica.

Para entender la inmortalidad cuántica debemos entender la idea de los universos paralelos. Los universos paralelos son una concepción mental, en la que entran en juego la existencia de varios universos o realidades más o menos independientes. El desarrollo de la física cuántica, y la búsqueda de una teoría unificada (teoría cuántica de la gravedad), conjuntamente con el desarrollo de la teoría de cuerdas, han hecho entrever la posibilidad de la existencia de múltiples dimensiones y universos paralelos.

Aquí os lo dejo. Cada cual saque sus conclusiones...


viernes, 14 de mayo de 2010

Un nuevo diseño para una nueva etapa

Una etapa se cierra, otra se abre. Hace no mucho tiempo, un buen amigo me escribió algo antes de partir a un largo viaje que jamás olvidaré: "cuando decidas marcharte, es mejor que no trates de llevar contigo todo tu pasado; aprovecha la oportunidad para empezar de nuevo". Esto no supone olvidarme de dónde vengo, simplemente supone aliviar la a veces dificil carga de los recuerdos para proseguir mi camino ligero de equipaje. Habrá obstáculos, momentos de titubeo y desconsuelo, pero ya fui advertido y acertadamente guiado en el lugar del que provengo. Una señal en el cielo próxima a Andrómeda marcará a partir de ahora mis pasos.


Esta hoja será mi bitácora, abierta a todos aquellos que queráis saber dónde y cuándo hallarme. Sólo necesitaréis la valentía suficiente para alcanzarme, pues lo demás no os quepan dudas que os será entregado a vuestra llegada.

Sin más, me despido hasta nuevo aviso. Seguiré informando.

lunes, 10 de mayo de 2010

El Principito

A Leon Werth

Pido perdón a los niños por haber dedicado este libro a una persona mayor. Tengo una seria excusa: esta persona mayor es el mejor amigo que tengo en el mundo. Tengo otra excusa: esta persona mayor puede comprender todo; hasta los libros para niños. Tengo una tercera excusa: esta persona mayor vive en francia, donde tiene hambre y frío. Tiene una verdadera necesidad de consuelo.
Si todas estas excusas no fueran suficientes, quiero dedicar este libro al niño que esta persona mayor fue en otro tiempo. Todas las personas mayores han sido niños antes. (Pero pocas lo recuerdan) Corrijo, pues, mi dedicatoria:

A Leon Werth
Cuando era niño

sábado, 8 de mayo de 2010

Increíble

¿Por dónde empezar? Dicen que el principio es más de la mitad del todo. En este caso, el todo y el principio se encuentran fundidos unos cuantos meses atrás. Muchas cosas han pasado desde aquel caluroso mes de septiembre (octubre para los más rezagados) y, he de confesaros, que mis expectativas iniciales han quedado desbordadas por la gente que he conocido. Jaime (nuestros planes de futuro siguen en pie), Sara M. (esos apoyos pre-PIR no los olvidaré, siempre tenias una sonrisa de ánimo para mí), Paco (a ti, sinvergüenza, ¡qué te voy a decir que no sepas ya!) Mercedes (espero que nunca cambies y sigas siempre tal y como te he conocido; ¡arriba la música retro! :p), Laura (mi fiestera maña, espero que tengas mucha suerte con tus proyectos futuros, encenderé una de mis velas de la suerte para ti), Vero (eres especial donde las haya y me encantas, siempre recordaré nuestras conversaciones algo “esquizofrénicas” en Zamora) Xabi (aunque anoche no pudieras estar, somos los norteños del grupo y bien sabes que eso, quieras o no, nos une y nos unirá para siempre), Maggie (ya sabes lo que te odio!), Sara C. (“amicus fidelis protectio fortis, qui autem invenit illum, invenit thesaurum”, ¡eres mi nuevo tesoro!), Daniela D. (creo que siempre has tratado de comprender muchas de mis “extrañezas” así que guardaré un pedacito de ti en mi corazón, tenlo por seguro tica), Luis (noches y borracheras míticas quedan para la posteridad en esta ciudad… ¡pero que no se entere mucha gente que debemos dar buena imagen!), Daniela C. (espero que no sólo me recuerdes por aquello de las comas, eres la primera persona de Nicaragua que conozco en toda mi vida, así que nunca te olvidaré, y siempre que salga el nombre de tu país, sonreiré al recordarte), Cristina (de aquellas conversaciones escritas en clase quedan pruebas que testimonian que, menos prestar atención, ¡cualquier cosa! Espero que nunca dejes de escribir… éste es mi mensaje ancestral para ti, ancestral porque doy fe de que en tu sangre se mezclan estirpes de grandes sabios, escritores y filósofos), Estefanía (nuestras miradas valen más que mil palabras, pero te diré: ¡quieres ir a ver la Alhambra de una vez! Cuando la veas, mándame un SMS al móvil porque eso va a ser un momento histórico), Zaira (haciendo tremenda gala de tu antiguo y bonito nombre árabe, aunque no lo sepas, he aprendido muchas cosas de ti…) y, por último, pero la principal de todo esto, TAMARA (a ti ya te daré tu merecido cuando menos te lo esperes… te estaré acechando en la sombra).


A Juanlu y Dani confío tirarles de las orejas por muuuuchos años, así que me reservo las palabras para cuando seamos unos viejos carcas y cansinos con nuestras historias universitarias de Salamanca. De mis amigos de Logroño, me consta que hubo esfuerzos secretos por reunirlos anoche en Salamanca sin que me enterara, los veré el próximo viernes así que algo me prepararán (por su bien, porque el listón ya ha quedado muy alto). Los que no estuvieron y quiero, para mí sí estuvisteis.


Dicho todo esto, muchos de los que leéis mi blog (Sandra desde Barcelona, Fernando desde Logroño, Mar desde Salamanca y Bea desde Madrid, que sois fijos) os preguntareis que qué ha pasado… Bendita ignorancia, porque lo que todos estos granujas que he citado me han hecho, dirigidos por Tamara, es para llorar de alegría durante un mes por lo menos. Os lo contaré brevemente para que os muráis de la envidia (jiji). Todo comenzó hace cosa de un mes. Tamara simplemente me dijo que no hiciera planes para el 7 de Mayo (inicialmente fue para el 8, pero de nuevo la casualidad ha querido que fuera un 7, justo un mes después de lo del PIR…). La conspiración daba comienzo sin que yo supiera nada de nada. El 7 por la tarde me llegó una citación por facebook para las 21:00 horas en casa de Tamara. Simplemente ponía que merendara pero NO cenara, y que lo haría con gente especial. Yo no me suponía nada, soy muy inocente para estas cosas (mi madre siempre me ha dicho que soy algo tontorrón). Algo acelerado porque llegaba tarde, toqué el timbre de casa de Tamara. Tomé el ascensor y subí al séptimo. Tamara y su puzle gigante me dieron la bienvenida, haciéndome entrega de un misterioso sobre cerrado a cal y canto. Desconcertado por los acontecimientos, torpemente me dispuse a abrirlo. Un mensaje debía ser descifrado; era la pista de un lugar de Salamanca. Todavía recuerdo el texto exacto en mi cabeza pues tardé unos minutos en ubicar correctamente mis pensamientos para dar con el lugar: “A la puerta entre dos ciudades, donde descansa dormido el león, has de llegar, allí te espera la paz”. Lo del león me confundió, pero finalmente deduje que no cabían dudas de que era Puerta de Zamora. Tamara me echó literalmente de su piso y me dijo que debía ir yo solo hasta el lugar indicado. A todo esto, en Salamanca llovía intermitentemente. Sin comprender todavía nada, me dirigí presto a Puerta de Zamora. Allí me esperaba Jaime con otra nueva pista: “Donde se mezclan los siglos en sus amplias paredes, algo nuevo hallarás entre lo más viejo, acude al conejo y del lío saldrás”. En este caso no dudé, así que con la lluvia como fiel custodio de mi extraño viaje, Jaime me acompañó hasta la catedral. En ella, Luis, correctamente resguardado de las inclemencias meteorológicas, me esperaba con otra nueva pista: “En la entrada entre dos mundos, un espacio se abre, una torre encantada, una cueva acechada donde la magia se hará notar. Una hechicera amiga te guiará”. Con la compañía de Luis y Jaime, mi próximo destino era la hechizada Cueva de Salamanca. Maggie, totalmente empapada, me hizo entrega de una nueva pista (que parecía un trapo mojado de cocina… todo sea dicho): “ Dos ciudades europeas que se hermanan, una rosa azul que descansa sobre el suelo mil veces pisado, y un reloj que mira imperturbable el devenir del tiempo… Busca pues, quien te dé tu próximo destino”. En busca de la rosa azul de Nereida que nos fuimos. El grupo aumentaba. Cristina me esperaba rodeada de personas ajenas a todo lo que estaba sucediendo. Por cierto, queda pendiente lo de hacer el pino. Su pista decía lo siguiente:“Cuenta la leyenda, que bajo una de sus más de 300 marcas de la orden de Santiago, hay escondido un tesoro en onzas de oro… También cuentan que en los sótanos de esta casa tenían que dormir o pernoctar los estudiantes castigados por la maestre escuela”. La casa de las conchas. Allí Daniela D. me esperaba con la última pista. De camino, Paco apareció inesperadamente haciéndose el loco diciéndome que había quedado con Mercedes para ir a ver Alicia en el país de las Maravillas… Y yo, como no, me lo creí… Daniela me hizo entrega del sobre: “He aquí la última pista para alcanzar el destino de esta noche, busca la calle donde duermen los libros, donde cada palabra es un susurro en tus oídos, donde descansan las hojas escritas, donde la gente que te quiere te estará esperando…” La carta añadía una dirección. Tras una caña en Libreros con todos mis guías y Laura, que apareció también de manera inesperada, subí a la dirección que indicaba la carta. Mercedes abrió la puerta y nos dijo que pasáramos pero que tenía que irse con Paco al cine. Me dirigí al salón y, ¡sorpresa! Zaira, Estefanía, Tamara, el bribón de Juanlu (con quien había estado por la tarde), Vero, Sara M., Sara C., mi sexólogo radiofónico preferido Dani, Daniela C., Paco y Mercedes, más todos mis inesperados guías, comenzaron a gritar, con una sabrosa cena en la mesa… (menudas tortillas y salchichas… ¡yo quiero cenas así todos los días!) Pero esto no fue todo. Me hicieron un video con todas las fotos de este año maravilloso que pasará a la posteridad, ¡a los anales de la historia! Imaginaos como estaba… Pero aún no fue todo: hubo dos regalos más. Por orden: una edición de lujo de El principito (que todos me dedicaron a continuación) que me tocó el corazoncito (no lloré de milagro), y (esto sí que es fuerte) UNA ESTRELLA CON MI NOMBRE… Con su diploma y sus coordenadas para buscarla. Increíble, inenarrable.

Emocionado y alucinado por todo, nunca creí merecer tanto ni nunca imaginé recibir ni una décima parte de todo lo que vosotros me habéis demostrado. Como escribió Maquiavelo, “todos ven lo que aparentas, pocos ven realmente lo que eres”. En este caso, creo que he tenido la enorme fortuna de conocer de golpe a todos esos “pocos” que saben mirar y ver lo que realmente soy. Gracias por todo. Nunca os olvidaré. Os aseguro que esto no va a quedar así… Dedicaré mi primera noche en Badajoz a localizar nuestra estrella (porque no sólo es mía, es nuestra), y creedme que en la soledad de lo desconocido una lágrima de alegría empapará mis ojos. Cuando os sienta lejos, sólo tendré que mirar a lo alto y allí os veré a todos… Pero esto no es un adiós, es un PARA SIEMPRE. Palabra de riojano.


Salamanca, 8 de Mayo de 2010

viernes, 7 de mayo de 2010

Leonardo da Vinci


Grandísimos dones se ven llover muchas veces desde los influjos celestes sobre los cuerpos humanos de forma natural, y a veces, de manera sobrenatural, reunirse extraordinariamente en un único cuerpo belleza, gracia y virtud de tal forma que, doquiera se dirija tal individuo, cada una de sus acciones es tan divina que, dejando atrás a todos los demás hombres, manifiestamente se dan a conocer (tal y como efectivamente es) como cualidades generosamente otorgadas por Dios, y no adquiridas mediante arte humana alguna. Esto lo vieron los hombres en Leonardo da Vinci, quien aparte de la belleza del cuerpo, nunca suficientemente alabada, poseía una gracia más que infinita en cualquiera de sus actos… […] Tuvo una gran fuerza, unida a destreza, ánimo y un valor siempre regio y magnánimo

Vida de los mejores arquitectos, pintores y escultores italianos
, Giorgio Vasari.

lunes, 3 de mayo de 2010

Para Siempre (Acústico)



Mírame, he venido como siempre
No habrá viento ni marea
Que me aparten de tu vera
Jamás volarán las nubes del cielo
Si tus lágrimas no pudiera ahogar
Ni esta niebla ni la lluvia
Me sumirán en desaliento
Contigo estaré
Muera el tiempo en el día de ayer
Pues hoy mi sangre callará
Sólo por amor

Viviré, para siempre contigo estaré
Mi pasión es tu vida
Te daré lo que el mundo no pueda tener
Por estar junto a ti en la eternidad
En la eternidad

Siénteme
Como tantas otras veces
Que estas lágrimas que hoy sufren
Rieguen todo el desaliento
Lo hagan desaparecer por completo
Y en tu oscura lid vislumbres mi luz
Tiemble el suelo, ruja el mar
Arda el cielo hasta quemar todo este rencor
Doy mi vida por su dolor

Cerrazón crepuscular en mi corazón

Viviré, para siempre contigo estaré
Mi pasión es tu vida
Te daré lo que el mundo no pueda tener
Por estar junto a ti en la eternidad
En la eternidad